Leyenda del Chaco boliviano en la que para los isoseño-guaraní la vida está fuertemente determinada por un esquema de bien y mal, proyectado a fuerzas trascendentales. Generalmente, el paye representa a aquel que trabaja al servicio de la comunidad. En el mbaekua se concentra lo que se percibe de malo. Ambos están presentes siempre en la vida diaria; forman fuerzas positivas y negativas manteniendo una relación de tensión. Lo bueno y lo malo pueden estar unidos en una sola persona; lo importante es tratar de lograr un equilibrio relativo: al predominio del mal, que potencialmente es siempre posible, tiene que ser contrapuesto el bien para impedir una amenaza individual o comunal.
Jürgen Riester